jueves, 20 de diciembre de 2012

¿Feliz año?

Se termina el año, se acercan días de celebraciones y festejos, pero, la verdad, 2012 ha sido un año en el que hay poco que festejar.

Los trabajadores públicos, con un sueldo medio muy próximo al mileurista, nos hemos convertido en el chivo expiatorio de la crisis. Derechos adquiridos tras años de negociación se han suprimido de un plumazo; se nos ha robado la paga extra de Navidad y con menos sueldo tenemos que trabajar más horas. A todo esto, además, hay que añadir el desprecio manifiesto que está mostrando el gobierno hacia nosotr@s cada vez que, en boca de sus representantes, escuchamos eso de que “no se van a privatizar servicios públicos, si no que, con la intención de que se funcione mejor, lo único que se va a privatizar es su gestión”. Para colmo, sin temblarles el pulso, tras aprobar una reforma laboral que es un autentico atentado contra toda la clase trabajadora, en la administración pública han puesto en marcha mecanismos legales que están haciendo posible el despido de miles de trabajadores, entre interinos y personal laboral, con la intención manifiesta de dejar el trabajo que estaban realizando en manos de la empresa privada.

El panorama descrito deja poco margen para los buenos deseos propios de las fechas que se avecinan, porque, hoy por hoy, a emplead@s public@s nos queda, como elemento gratificante, poco más que la satisfacción por el trabajo bien hecho. Nos queda lo que nadie nos puede quitar, que es ese componente vocacional que siempre nos ha acompañado y que, pese a lo poco que se nos incentiva, nos permite que, con medios o sin ellos, tratemos de realizar nuestro trabajo con dignidad. Nos queda también, sobre todo, el tener claro que nos ganamos la vida con nuestro trabajo, pero no somos especuladores que miramos al sector público pensando en el beneficio, porque nosotr@s, desde las distintas administraciones públicas (bien en servicios externos, bien en las unidades administrativas imprescindibles para el desarrollo de dichos servicios) no vemos a la gente para la que trabajamos  como a clientes, sino como a ciudadanos a los que tratamos de garantizar con nuestro trabajo la seguridad en las calles, el acceso a la educación y la cultura, la asistencia social y sanitaria o el cuidado y mantenimiento del espacio urbano.

Bien mirado, el balance de lo que nos queda tampoco es tan negativo, así que no está de más que desee para tod@s nosotr@s ¡Feliz Navidad y prospero 2013! Nos lo merecemos, porque, gracias a nuestro trabajo, el mundo en que vivimos es un poco mejor.

José Rafael Lluch Pozo
SECCIÓN SINDICAL DE CCOO DEL AYUNTAMIENTO DE ALFAFAR
ccooalfafar@gmail.com